jueves, 20 de abril de 2017

Alice

El martes 18/04 tuve consulta con una nueva psiquiatra.
Tenía ya tiempo convencida de la necesidad de tener un médico con consultas presenciales. Es imprescindible. Lo que era importante se volvió, además de importante, MUY urgente.
Hice la cita. Fue cancelada dos veces.
Finalmente, fui.
Me sentía igual como se siente un despecho. Estar en la sala de espera y saber que cuando entrara por esa puerta no estaría mi querida psiquiatra de cabecera, me entristeció mucho, fue un sentimiento de desolación. Lo que pasa es que como ya no está en esta ciudad, transfirió a todos sus pacientes a una colega de su total confianza. Y me aferré a ese pensamiento, si Patricia confía en Alice pues será Alice.
Entré. Un poco nerviosa y algo tímida, con mi arsenal de registro de síntomas y mis gráficos de humor por ítems ya preestablecidos por mi y una lista de eventos que consideré importante tocar en una primera cita.  Dijo que le gustó que fuese bien estructurada. Lo que pasa es que por experiencia, a veces vas al médico y ese día te sientes tan bien que no hablas de los días en que estuviste mal o te sientes tan mal que no hablas de los días en que estuviste bien, o peor aún, es posible que no quieras hablar de nada. Entonces yo llevo un registro de todo lo que me va sucediendo y de paso lo grafico.
Bueno, como decía, entré al consultorio. Me recibió una chica lindísima, muy educada y con un lenguaje corporal de fácil lectura. Cabello largo y lacio, bonita sonrisa, un tono y un volumen de voz casi perfecto, un rostro jovial.
Fue muy amable. Me trató con bastante tacto y con la dosis de compasión justa a mi medida, ni más ni menos. Bueno, con el exceso de equipaje emocional que llevé, no era para menos. Le conté todo, todo de una sola sentada y sin pausas!! Ya después iremos desmembrando tema por tema.
No me cambió la medicación. Tampoco me la ajustó. Sólo un par de recomendaciones con las que estoy de acuerdo.
Sobre el evento del jueves pasado dijo que no le parecía de gravedad absoluta porque lo que quise fue tranquilizarme y no matarme pero que sí debía prestarle más atención a las causas, algo así más o menos dijo. Para mí, sí fue bastante grave.
En conclusión, me fue buenísimo. Estoy muy contenta con mi nueva doctora. Nos vamos a ver una vez por semana hasta lograr espaciar las consultas. Tengo muy buenas expectativas.

Espejito, ojalá estuvieras aquí.

Semana Santa

He pasado tantos días sin escribir. La cabeza me ha dado un sin fin de vueltas pensando en todo lo que quisiera contar pero no he tenido la fuerza de empezar a teclear. Vamos a ver qué tal sale.

Semana Santa. Terminó el domingo. De santa no tuvo nada de nada.
Todo iba más o menos bien. El domingo 09/04 comenzó todo. Mi novio iba para mi casa, él vive a unas dos horas por carretera. No es nada seguro andar por esta ciudad y muchísimo menos de noche. Él venía tarde, pues salió tarde de sus clases de metafísica. Yo estaba muy angustiada y preocupada por la hora y por el tiempo que iba a tomar guardar su vehículo en mi garaje, ya han sucedido eventos en mi cuadra con ladrones y maleantes. No tuve paz alguna hasta que todo estuvo bien. Él no entendió y no sé si algún día va a entender que el stress para las personas con TAB es un desestabilizador fatal que puede desencadenar una crisis. Yo recurrí a cuanta técnica de respiración conozco para no colapsar. Fue bastante difícil. Ya luego tuvimos unos días muy buenos hasta el miércoles 12/04 que nos fuimos juntos al pueblo donde él vive. No sé exactamente qué pasó ese día, de hecho es bastante confuso y no tengo idea de cómo describirlo, lo único que puedo decir es que fue bastante incómodo y que por un momento me asusté. El jueves 13/04 fuimos a por un té y un postre con un amigo suyo con TAB que quería conocerme pues ha estado mucho tiempo en un cuadro depresivo y quería hablar con alguien que entendiera por experiencia de qué va esto. Esa noche, al llegar al sitio donde nos estábamos quedando sucedió lo que jamás pensé que podía suceder. Entramos en la conversación sobre el TAB pues yo le imprimí un libro que es como una guía para pacientes y sus familiares y lo estábamos hojeando. Y llegó la bendita comparación que tanto odio con el comentario de "los bipolares y la gente normal". Le dije que la gente no se divide en bipolares y normales sino en gente con TAB y gente sin TAB así como hay gente con diabetes y gente sin diabetes o gente con hipertensión y gente sin hipertensión. Me dijo que no, que si una minoría de la población mundial no tiene TAB entonces los bipolares somos anormales. Eso me molestó muchísimo. Le expresé que yo no soy ninguna anormal. Como insistió en lo de la anormalidad, para no reaccionar de la manera como estaba agarrando furor mi molestia, me paré y me fui al baño a darme una ducha, llorar de rabia y calmarme bajo el agua caliente y volver para hablar ya en otro tono. Es decir, mi intención fue evitar una discusión. Al regresar me encontré a una persona fría, en silencio, viendo una película y respondiendo con monosílabos. Pregunté qué pasaba. La respuesta fue que la que tuvo la mala actitud fui yo y que él sólo se aisla porque estaba incómodo con mi reacción y que él se pone así. Su indiferencia me mató, sentí que había cinismo en sus palabras, me sentí ofendida. Traté de explicárselo pero me salió con que el no dijo nada que me ofendiera, de hecho no es lo que haya dicho sino mis prejuicios al respecto. Y me pregunto cómo es que sale un prejuicio a partir de un juicio ya emitido. Okay! Ya va! Si amas a alguien y sabes que hay temas delicados o cosas que le resultan ofensivas, no es precisamente por amor que deben evitarse? Es así o estoy equivocada? Ya ni sé!!! Lo cierto es que el silencio y la indiferencia me volcaron y lanzaron de vuelta al agujero negro contra el que he venido luchando por meses. El salió a fumar.  Comencé a acelerarme a pasos agigantados, a llorar desconsoladamente, de verdad fue uno de esos momentos donde piensas y sientes que ya no quieres esto, que este tormento interminable de alguna manera tiene que parar. Estaba intranquila, con ganas de vestirme y salir a caminar, luego muy triste y muy cansada pero sin nada de sueño. Con ganas de gritar y de llorar. En mi tormento me sentí tan sola en esto, necesitaba tanto pero tanto esos abrazos que significan "tranquila que no te voy a dejar caer".
Ya me había tomado el Lamictal, con 25mg adicionales. Luego de eso me coloqué la dosis doble de Alprazolam bajo la lengua, seguía muy acelerada,nada de sueño, ganas de gritar y correr. Me tomé dos más y un hipnótico. Me tomé otro. Me desprendí de la realidad. Sentí que algo se desprendía de mi cuerpo. Sentí que lloraba y luego su voz me hizo medio volver. Sé que hablamos,no recuerdo muy bien de qué.
Me dormí. Al rato me desperté llorando, lloré por cinco horas más o menos, el dormía. Intenté ir al baño. Me caí. El se despertó, me llevó al baño y luego volvimos a la cama.
Luego logré ducharme, comí algo y ya no supe qué hacer con la vergüenza que sentí.
Ahora la vergüenza se ha ido. Me ha quedado el amargo sabor de la desconfianza.

sábado, 8 de abril de 2017

Dinámica

No sé si alguien pensará como yo con respecto a la dinámica de las relaciones de pareja. Es decir, tener una relación donde las cosas funcionan de una manera y donde ha estado claro que así es como se sienten cómodos ambos miembros y de repente las cosas comiencen a cambiar sin hablarlo o negociarlo, es algo que me desestabiliza por completo.

Ciertamente las personas con trastorno afectivo bipolar (TAB) tenemos una especie de exaltación de las sensaciones, percepciones, emociones y sentimientos. Todo es mucho, MUCHO más intenso. Tanto lo bueno como lo no tan bueno. Tanto el amor como el dolor. Tanto la sonrisa y la risa como el llanto. Mi novio debería aprovechar eso de la intensidad de las emociones y hacerme el amor más a menudo y dejarse llevar por este torbellino de pasión que llevo dentro, como un animal salvaje en cautiverio en espera de abrir las rejas. Pero no, no es así. De hecho me siento como esos hombres encantadores de serpientes que tienen que cortejar a la mujer y hacerlas sentir como princesas de cuentos de hadas y hacerlas derretirse de amor para que no se sientan usadas cada vez que quieren llevarlas a la cama, o sea, que no sientan que sólo se piensa en sexo. No es que sólo se piense en eso, sino que hay que pensar y actuar al menos con una frecuencia estándar. No dos veces por mes. Creo que no estoy pidiendo mucho.

En fin, hablaba al principio de la dinámica de las relaciones. Estar en contacto con mi novio por mensajes o por llamadas y contarle lo que voy haciendo en el día, es para mí una manera de sentirlo cerca, sentir que lo llevo a donde voy y una manera de sentirme acompañada. Igual él para conmigo. O al menos así era hasta hace más o menos una semana donde las cosas comenzaron a cambiar. Me encontré haciendo lo que hago todos los días, haciéndole partícipe de mi día a día pero no recibo lo mismo a cambio como había sido lo usual. Pues se lo comuniqué a ver qué estaba pasando y me dice de una forma no muy cordial que las cosas cambian, que todo cambia. Que todos los días no son iguales y que la gente no está del mismo ánimo todos los días. Ya va!!! Me van a decir a mí, a MÍ, lo que son los cambios de ánimo diario cuando a veces dentro de un mismo día siento todas las emociones que humanamente se puedan experimentar??? Por favor!! Esté yo como esté nunca cambio la manera de llevar la relación. Si de su lado no es así, si cuando se molesta o se pone triste o preocupado o qué sé yo su comportamiento es aislarse y encerrarse como un caracol, no sería justo que me lo dijera?? Porque ahora me encuentro como caminando en una cuerda floja sobre un mar lleno de tiburones.

He pasado un par de semanas  viviendo un infierno en mi mente. Aguantando y aguantando hasta que llegue el día de vernos y estar juntos y así ver si hay o no cosas que aclarar. Anoche tuve que ponerme el ansiolítico sublingual o se me iba a reventar el corazón de la ansiedad e intranquilidad que tenía. Es horrible sentirse así, horrible!!

Y es muy doloroso, extremadamente doloroso que te digan que estás así por tu enfermedad. Discúlpenme, pero que a menudo sienta las cosas más intensamente que una persona sin TAB no quiere decir que no las sienta como cualquier otro ser humano ni que tenga que tomar a la ligera mis sentimientos. No sé si me estoy explicando, tengo la cabeza como un volcán en actividad y mejor como que me ocupo de otras cosas y dejo de pensar tanto.

Me ha hecho muy bien escribir este diario.

viernes, 7 de abril de 2017

Mi dolor



Acá traigo este escrito, de mi autoría. Describe exactamente como me siento hoy. No tengo más palabras.

Mi dolor no tiene reglas:
comienza justo en medio de mi pecho
y se expande... se expande...
¿qué te pasa corazón,
que no te partes?
Mi dolor no tiene límites:
entra en mi cerebro,
me deja sin luz
y se agranda... se agranda...
¿qué te pasa corazón
que no te apagas?
Mi dolor no tiene fin:
me desgarra las entrañas
y me apresa sin escape tras sus rejas,
¿qué te pasa corazón
a qué te aferras?


Hoy salgo de vacaciones de Semana Santa. El domingo vendrá mi novio a visitarme por unos días y tengo los “nervios” de punta. Serán momentos decisivos. Ya veremos.
Lamento que no vaya a poder escribir como quisiera.

Espejito, estaremos en contacto!!

jueves, 6 de abril de 2017

Últimamente




Tengo ya mucho tiempo en el sube y baja. Cinco meses más o menos. La mayoría de las veces es mucho más lo que bajo que lo que subo y siento que tengo yo misma que arrastrarme a hacer las cosas.
Todas las personas con trastorno afectivo bipolar, o al menos hasta donde yo tengo conocimiento, pasamos por etapas muy parecidas a las de una persona atrapada por el alcoholismo: negación, reconocimiento, enfrentamiento, control, supervivencia y aceptación. Es duro todo lo que se vive en cada etapa. Ese infierno dentro de mi cabeza es algo que no le deseo a nadie, a nadie! Tal vez me anime en algún momento a describir mi experiencia.
Por los momentos solamente podría decir que pasé casi 40 años de mi vida encima de una montaña rusa, pero de esas que están tan viejas y sin mantenimiento que sientes que en cualquier instante te vas a matar.

Hay tres pilares básicos en el tratamiento es esta enfermedad: el tratamiento farmacológico, la psicoterapia y una red de apoyo donde familiares y amigos juegan un papel importantísimo. En esa red de apoyo debería haber al menos un cuidador, que no es más que al menos una persona que pueda identificar que estamos entrando en crisis cuando no nos damos cuenta nosotros mismos y pueda también identificar los estresores que desencadenan esas crisis.  Un estresor, o desencadenante como también se le llama, es cualquier cosa que genere síntomas que precedan a una crisis. Un estresor puede tener bases biológicas, ambientales o emocionales.  Creo que lo más difícil es cuando el estresor es una persona del entorno cercano, como un hijo o la pareja. Si esta persona está realmente comprometida afectivamente con nosotros, lo más recomendable es que aprenda a identificar cuáles son los patrones de su comportamiento que nos desestabilizan. Nosotros por nuestra parte, una vez tomada la conciencia de enfermedad, debemos aprender a manejar nuestras reacciones. 

En mi caso particular, no tengo un cuidador. Vivo prácticamente sola, con mis hermosos gatos y mi fiel perrita. Mi hija menor se queda conmigo al menos cuatro o cinco días a la semana, pero delante de ella trato de mostrarme lo más estable posible y me muerdo el sentimiento y contengo todas las lágrimas. Mi pareja no está muy familiarizado con el TAB, le he explicado a grandes rasgos de qué va todo esto y recientemente le envié algo de literatura para ir más o menos teniendo conocimiento del tema. No espero que lo entienda, pero sí que tenga el conocimiento y me respete. En este punto, me siento cuidador de mi misma, responsable de ser quien cubra todas las necesidades de parte de mi familia, cuidador de las reacciones de mi pareja, cuidador de nuestra relación, cuidador de mi trabajo para dar lo mejor de mí y no perder mi empleo, líder de mi equipo de trabajo y la persona que debe mantenerse fuerte delante de todos los demás y soportar las frases que tanto odio: Tú eres más fuerte que “eso”/ Tú puedes con “eso” y más / Tú “siempre” terminas entendiendo “todo” / Es que eres tan inteligente que “eso” no es nada para ti. Odio esas frases. Sobre todos en momentos como este donde quiero literalmente saltar al vacío.

Afortunadamente estoy en un grupo de apoyo por whatsapp donde estamos pacientes y profesionales de la salud mental / cerebral y hablamos de temas varios, al menos nos distraemos un poco.

Y te tengo a ti espejito.

miércoles, 5 de abril de 2017

Pues... acá voy



No sé qué decir. Será empezar por contarles que tengo el diagnóstico de trastorno afectivo bipolar tipo I.
¿Trastorno? Sí, trastorno.
¿Y eso qué es y con qué se come? Es la pregunta que a veces me hacen y contesto, pues ¡se come con pastillas! Por lo general en las noches. En mi caso, es en un 95% sólo en las noches. Un coctel de estabilizador del humor + ansiolítico + hipnótico.

Conocí a un chico fantástico un día que tonteaba por internet y me topé con su diario. Desde entonces no he dejado de leer sus entradas. Animada por esas lecturas, me aventuré hoy a crear un blog. Ya veremos si puedo llevar un diario de mis estados de ánimo y de las cosas que hago día a día. Creo que me servirá para llevar un registro de las cosas que pienso y siento siendo un paciente psiquiátrico.  Y vaya que hay que ser paciente para esto.

Hoy es uno de esos días donde todo parece estático, sin sabor y sin sentido. Es como andar en automático. Levantarse, ducharse, vestirse, atender a las mascotas, ir al trabajo, comer a duras penas, regresar a casa, ducharse, ponerse el pijama, tomar las pastillas, acostarse y tratar de dormir como sea. Todo eso en modo slow.

Ayer tenía cita con una nueva psiquiatra, tuvo que cancelar su consulta por razones de causa mayor. Parece que mañana sí podré verla. Realmente necesito un ajuste en la medicación, cada vez se está haciendo peor y peor la sensación de vacío y desesperanza. Llevo a la consulta una lista de síntomas de los últimos tres meses más una lista de los estresores que tengo más o menos identificados y para seguir siendo lo más precisa posible, también llevo un registro gráfico de mis cambios de humor.

Bueno, creo que está bien para ser mi primera entrada.
Bye.

No sé qué decir

Ya estamos a mitad de la semana 20 de este año 2017. han pasado algunas cosas desde la última vez que escribí hasta acá. No sé ni siquiera ...